Traducción de Marcelo Expósito
La precarización no sucede ahora por vez primera porque las condiciones de trabajo llamadas normales estén cambiando, sino que hay una serie de continuidades que atraviesan la historia de las naciones-Estado capitalistas. En los últimos doscientos años, quienes se han visto afectados una y otra vez por la precarización son aquellos y aquellas a quienes se ha posicionado como "otros" con respecto a la norma hegemónica masculina, blanca y nacional. La precarización no es sólo un asunto económico. Es por ello que tomamos la cuestión de la precarización como un punto de apoyo desde el que pensar la constitución fundamental de nuestras sociedades occidentales. Nuestro punto de partida es la precarización como un modo de construir sociedad, un punto desde el que buscamos comprender las condiciones de subjetivación que la precariedad lleva asociadas: comprenderlas en su historicidad y en sus actuales transformaciones. Desarrollar esta idea significa por ejemplo entender que la precarización tiene que ver con la experiencia de un deseo/adscripción identitaria que no funciona, y con cómo a pesar de ello se materializan, de diversas maneras, ciertas condiciones de subjetivación. Por ejemplo, ser una "mujer" no es sólo algo que una pueda, deba o quiera ser, y al mismo tiempo, sin embargo, la subjetivación como "mujer" es algo que sucede. Con frecuencia, hemos de asumir simultánea o consecutivamente varias posiciones profesionales, de estatus social, de género, sexuales o étnicas, que a veces son entre sí contradictorias. Proponemos una perspectiva de la precarización que apunta hacia las dificultades que conlleva acomodarse a este tipo de incompatibilidades. Porque nos parece que hay un modo de precarización que es el resultado específico de las deficiencias de estas prácticas de identificación.
La imposibilidad de clarificar
Tomado en este sentido, el término "precarización" parece oportuno, porque se trata de un término abierto. La manera en que imposibilita definir un "nosotros" identitario permite conexiones entre diferentes grupos, lo que sucede especialmente en el contexto de la red EuroMayDay.
kpD estamos en contacto con otros grupos como Precarias a la Deriva, por ejemplo, quienes discuten cuestiones en torno a la economía del cuidado; o con la red Frassanito, que trabaja sobre el tema de la migración. La EuroMayDay crea un espacio político en el que diferentes aproximaciones y políticas sobre la precarización se pueden articular y poner en relación unas con otras. Pensamos que se trata de un importante proceso de constitución política. La EuroMayDay no postula una comprensión única y específica de la precarización. Al contrario, hay muchos grupos, colectivos e individuos diferentes que participan y están implicados en los debates y movilizaciones.
Atravesar diferentes campos: los productores y productoras
culturales
Con las entrevistas que realizamos a productores y productoras culturales a finales de 2003 queríamos focalizar la relación entre la precarización de las circunstancias de vida y la condición "ingobernable" de la producción cultural y del conocimiento, para buscar cuáles son las líneas capaces de producir colectividad, que nos permitan salir de la experiencia individualizada. La tesis de nuestra investigación era que las imposiciones neoliberales no logran penetrar por completo en los procesos de subjetivación, y que los deseos que laten en las prácticas de los productores y productoras culturales no pueden ser disueltos por completo en el disciplinamiento de la flexibilización. Pensábamos que debe haber prácticas que, aunque fuesen inicialmente de tipo individual, eluden la "economización de la vida".
Utilizamos el término "productoras y productores culturales" estratégicamente. No se refiere a un cierto sector (la industria cultural), ni a una categoría social analizable (los miembros de la clase social artística en Alemania, por ejemplo), ni a un tipo de autocomprensión profesional. Por el contrario, hablamos de la práctica de atravesar diferentes campos: producción teórica, diseño, autoorganización política y cultural, formas de colaboración, trabajos remunerados y no remunerados, economías formales e informales, alianzas temporales, el trabajo y la vida sujetos a proyectos concretos. Cuando hablamos de los trabajadores y trabajadoras culturales precarizadas e investigamos las condiciones de su existencia, lo que queremos es seguir un fenómeno evidente: la simultaneidad de modos de subjetivación aparentemente contradictorios. Por un lado, tenemos las ideas cada vez más eficaces de libertad y autonomía, que funcionan de acuerdo con la lógica burguesa tradicional de la soberanía del sujeto; por otro lado, tenemos la explotación de sí en circunstancias precarias. Es decir: se da una simultaneidad de prácticas de soberanía del sujeto y prácticas precarias, heterogéneas, fragmentarias.
¡Acción!
Lo importante es que con el término productores y productoras culturales hablamos (en nuestra investigación y el vídeo resultante, Kamera Läuft! [¡Acción!], Berlín, 2004) de aquellas personas con quienes colaboramos en prácticas políticas específicas en el campo cultural, o cuyas prácticas son para nosotras una referencia. Para la investigación entrevistamos a quince personas, incluyéndonos a nosotras, en Berlín; personas que producen productos culturales, discursos críticos y campos de acción sociopolíticos. La selección parte de nuestras propias posiciones, preocupaciones e intereses.
Nuestas preguntas se basaron en la investigación-acción dirigida por el Fronte della Gioventù Lavoratrice y Potere Operaio a comienzos de 1967 en la fábrica Mirafiori de la Fiat en Turín, investigación-acción que llamaron La Fiat es nuestra universidad, y que interrogaba, entre otras cuestiones, por lo que la gente imaginaba que era la "vida buena" y sobre las formas de organización.
En el curso de nuestra investigación, nos encontramos con que realmente no obteníamos respuestas a aquellas de nuestras preguntas que se enfocaban hacia la dimensión sociopolítica y colectiva de la precarización. Algo muy diferente sucedía con las preguntas sobre prácticas individuales de trabajo y de vida. Alcanzamos a documentar largas descripciones de sentimientos de agobio, estrés, aunque también estrategias individuales de desafección. Pero como nuestro punto de vista es el de una potencial politización de los productores y productoras culturales, también nos interesaban las estrategias colectivas de desafección y los deseos correspondientes de mejorar la vida propia, las vidas de otros, y en último término los deseos de cambiar la sociedad. Pero lo único que atravesaba el conjunto de las entrevistas era la sensación de sufrir una falta de continuidad.
No nos sorprendió no haber recibido apenas respuestas a nuestras preguntas sobre cuestiones de politización y organización. No obstante, lo que nos dejó perplejas fue que ninguna de las personas entrevistadas consiguió realmente expresar cómo sería una "vida buena", o qué es lo que distinguiría a una vida que no consistiese solamente en la constante exigencia (por parte de los demás y de uno mismo, con o sin retribución) de ser personas creativas y productivas. Aun situándonos en el plano de las ideas somos apenas capaces de encontrar concepciones alternativas de la vida que pudieran contraponer algo claro e inequívoco a las condiciones de existencia actuales.
De ser cierto que el trabajo y la vida crecientemente se interpenetran, ello quiere decir en realidad, como declaró una entrevistada, que "el trabajo se filtra en tu vida". A pesar de ello resulta obvio que no tenemos suficientes nociones de "vida buena" que a cambio se filtren en el trabajo, nociones que pudieran, a su vez, transformarse en algo que significase una "vida buena" colectiva.
Atelier Europa
Al hilo de nuestra investigación, en el contexto del proyecto de exposición Atelier Europa, intentamos responder a la cuestión de la organización haciendo notar que, en parte, ya existen alianzas entre diferentes campos sociales. Por esta razón, utilizamos la invitación de la Kunstverein de Münich para reunirnos, presentar e intercambiar diferentes experiencias, con el fin de ser capacer de continuar pensando juntos y juntas sobre todo esto. Así, en lugar de limitarnos a describir el campo del trabajo cultural y creativo como una mera fuente de innovación económica, invitamos proyectos de revistas, artistas, cineastas, modistos y modistas, artistas de teatro y diseñadores y diseñadoras de España, Francia, Gran Bretaña, Suiza, Austria y Alemania, quienes han trabajado en los últimos años en la crítica de la economización neoliberal desde una perspectiva cultural.
El deseo de otros conceptos de vida y trabajo, nuevas formas de colaboración y producción de conocimiento en contextos interdisciplinares, se convierte en el punto de partida y en el motivo de un deseado cambio social identificado con una crítica de las condiciones actuales del trabajo asalariado y el consumo que se organizan de acuerdo con una sociedad de control.
Primera publicación, en alemán, en Arranca!, número 32,
verano de 2005. kleines postfordistische Drama (kpD: pequeño drama Posfordista)
son Brigitta Kuster, Isabell Lorey, Katja Reichard y Marion von Osten.