13 04 06

Comunicado sobre el archivo ...

Traducido por Manuel Aguilar Hendrikson

Franco Berardi Bifo, Marco Jacquemet, Giancarlo Vitali

El 30 de marzo, el Juzgado de Instrucción de Padua decidió el archivo de la querella presentada por el presidente de Mediaset Fedele Confalonieri contra los autores del libro Telestreet. Máquina imaginativa no homologada. Con ello se cierra el intento liberticida de Mediaset para acallar una voz disidente.

Pero ahora es necesario iniciar un proceso de transformación radical del sistema comunicativo del que deben ser promotores los cien mil activistas mediáticos que en estos años han mantenido abiertos canales de comunicación libre en un país asfixiado por el monopolio mafioso y el conformismo servil. En el penoso debate electoral que se está desarrollando, la coalición de centroizquierda, paralizada por su incoherencia programática, no ha sido capaz de presentar ninguna propuesta de transformación del sistema comunicativo.

Esto es preocupante porque la suerte de la democracia italiana se ha jugado y se jugará precisamente en el terreno de la comunicación. Cuando tuvo la oportunidad de legislar sobre la cuestión comunicativa entre 1996 y 2001, el centroizquierda no tuvo el valor necesario para hacer ninguna propuesta, y dejó intacto el monstruoso Kombinat de poder económico y mediático que en 2001 se adueñó del poder político y emprendió a marchas forzadas la demolición de la democracia política y social. El centroizquierda tiene una grave responsabilidad por no haber hecho nada para arrebatar el predominio mediático del Kombinat nacido de la ilegalidad. Pero las cosas no pueden seguir así. Si la coalición de centroizquierda llega a gobernar el país en los próximos años, la cuestión de la democracia comunicativa debe ser puesta en primer plano.

No olvidamos que las constituciones modernas (y en particular la italiana) fueron escritas antes de la difusión de los medios electrónicos, que han cambiado profundamente los modos de la comunicación social y de la formación de la opinión. Pero la necesaria innovación no podrá venir de partidos que hasta ahora no han demostrado conocer otra lógica que la del reparto. Podría, en cambio, venir de quienes en estos años, a pesar de la ocupación casi completa del espacio de la comunicación social por parte del Kombinat Mediaset han seguido experimentando formas de concatenación comunicativa y han desarrollado un papel de crítica y de información de base.

A partir de 2002 el circuito Telestreet ha trabajado sobre la idea de una televisión reticular y proliferante, sustraída a las influencias del poder económico y publicitario. De ahí debería partir cualquier iniciativa legislativa que no quiera limitarse a poner parches al desastre ocasionado por la ocupación mafiosa del sistema comunicativo por medio de una intervención partitocrática (un nuevo reparto de la RAI) que dejaría las cosas como están o, incluso, peor. La comunicación no puede ser propiedad de grandes grupos económicos ni puede ser un sistema burocrático de Estado. Pero para poder poner en marcha un proceso de transformación reticular horizontal y paritaria hay que desplazar recursos económicos de quienes los han sustraído a la comunidad hacia los innumerables grupos de autoorganización comunicativa que han mantenido viva la esperanza.

[see also: Máquina imaginativa no homologada]

http://transform.eipcp.net/correspondence/1144931560
Communication concerning the legal proceedings against the authors of "Telestreet: A Non-Regulated Imaginative Machine"